Por Enrique Hernández / 16 septiembre 2012 /vanguardia.com.mx
En entrevista, el hijo de Pablo Escobar Gaviria, uno de los narcos más temidos, habla de la llegada de su empresa a México, basada en la imagen de su padre.
Juan Pablo Escobar Heano presenta su línea de ropa con la imagen de su padre Pablo Escobar, narcotraficante colombiano.
MÉXICO, DF.- Pablo Escobar Gaviria, el narcotraficante colombiano más temido y perseguido en las últimas décadas, se instala en suburbios mexicanos, estadounidenses, españoles, austriacos, hindúes, australianos, sudafricanos y hasta en Oriente Medio, donde los jóvenes y personas que conocen su leyenda reconocen su imagen en alguna de los 10 modelos de playeras y camisas de la colección Poder-Poder.
“Las 10 mil prendas confeccionadas bajo la marca Pablo Escobar comercializadas en diversos mercados del mundo están a la altura de las grandes casas de modas y diseño”, presume Escobar Heano, hijo del zar de la cocaína.
Desde Buenos Aires, explica que esta marca de ropa no tiene competencia, es única en el mundo y ofrece imágenes que hacen reflexionar sobre la violencia generada por el narco y la crisis de valores humanos.
Juan Pablo, de 35 años, vive en Argentina desde hace 20 años bajo el nombre de Sebastián Marroquín, para evitar una relación inmediata con el mundo de la mafia, tras su salida de Colombia en los 90.
“Elijo exportar y vender productos no peligrosos para la sociedad, pero mi padre prefirió traficar con drogas”, se escucha como respuesta, cuando se le cuestiona sobre el legado criminal de su progenitor, quien puso contra la pared al Gobierno colombiano con actos terroristas, con carros bomba y se le vinculó con la ejecución de al menos 10 mil personas.
“Seré muy criticado por vender caramelos o camisetas de Pablo Escobar”, lamenta, pero no olvida criticar a saborizantes Maggi, a las armadoras Chevrolet y KIA, a la pasta dental Colgate, a las tabletas Movidol, a las franquicias Farmatodo y Farmacia Holística, a los productos para bajar de peso, Redu Fast- Fast, a Sedal Shampoo, a Pons, a la Dirección de Impuestos y Aduanas de Colombia, a los Seguros de Farabela, así como a Aeroflex Zapatos y a la empresa de telecomunicaciones Comcel, por usar la imagen de su padre, sin un mensaje contra la violencia.
Su plan es destinar parte de los ingresos de la empresa Escobar Heano a la atención de la juventud de Colombia, la cual está expuesta a subirse al tren de la violencia como en su momento le pasó a uno de los fundadores del Cártel de Medellín.
“Mi compromiso como hijo de Pablo Escobar es mostrar los testimonios a los jóvenes para que no se incorporen a las filas del narco. Fui el primer joven que tuvo la oportunidad de continuar los pasos de mi padre, pero elegí no hacerlo. Desde hace 20 años preferí no ser líder de un grupo criminal, porque viví muy de cerca las vicisitudes y la problemática de ser perseguido por la autoridad y por los rivales”, cuenta el hijo de que fue Diputado suplente en el Congreso colombiano.
“Ahora mi obligación es compartir las experiencias de vida y las razones para estar dentro de una sociedad respetando las reglas y las leyes”.
Además del temor que despertaba Pablo Escobar, muchos lo recuerdan por sus gustos extravagantes, como su zoológico, repleto de animales exóticos. Incluso se han escrito reportajes de los cazadores de hipopótamos que persiguen a algunos de esos animales que se quedaron sin dueño en Colombia y dominaron algunas zonas salvajes para sobrevivir fuera de cautiverio.
Es muy respetado en Medellín, donde incluso se realiza un tour para conocer su historia y la gente va señalando canchas de futbol o barrios que ayudó a construir para pagarle a sus soldados y sus familias, una baja o un premio.
Fue asesinado el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, luego de años de controlar con violencia sus mercados y a sus enemigos.
“No conocí de frente su costado violento, me tocó recibir unos valores humanos siendo un niño y se ocupó de formarme como un ser humano de bien y que no siguiera sus pasos, sino que eligiera yo los míos”, ataja, al preguntársele por la violencia generada por aquel mítico narco.
–¿Cuándo vivías a su lado, imaginaste ser empresario?
No. Cuando vivía con mi padre tenía los minutos contados y es un milagro estar hablando de este negocio.
–¿Hay en el mundo otra persona con las cualidades buenas y malas de Escobar?
No todos los días nacen personas como Pablo Escobar. Él fue una persona muy pobre y nunca se olvidó de sus padres, que continuaron viviendo en esas condiciones, porque cuando se convirtió en millonario compartió su fortuna y devolvió la dignidad a cientos de familias.
Sin embargo, se debe concientizar a la población para que no se repita su vida negativa.
–¿Tú padre es un mito?
Mito construido con mucho éxito por los medios y se edificó un producto y despliegue mediático. Se ha terminado convirtiendo en un mito que todo el mundo cree saber su historia. Y como su hijo conozco una muy diferente a la que me cuentan.
–¿Cómo era un día con Pablo Escobar?
Fue el mejor papá del mundo y un gran amigo. Le aprendí cosas positivas, la sensibilidad por apoyar a los pobres y ser humilde siempre.
Escobar Heano, la microempresa, fundada con los ingresos obtenidos del arquitecto, emplea a 7 personas y subcontrata a empresas de textiles, que cuenta con infraestructura para elaborar más del millón de prendas para ser vendidas en 2013.
Este emporio no se compara con el construido por Pablo Escobar, que fue incluido por Forbes, en 1989, como el séptimo hombre más rico del mundo, al calcularle una fortuna de 9 mil mdd.
“Una de las playeras luce la libreta de ahorros de 1973 y la frase extraída de cartas escritas a la familia: Algunas inversiones te dejan en ceros ¿Cuál será la tuya? Con ello se busca generar una reflexión entre la juventud para que se den cuenta que al final, Pablo Escobar fue trágico, provocó destrucción y se perdió en la guerra”.
También hay imágenes de las tarjetas de crédito del enemigo número uno de EU, la licencia de conducir, la cedula de ciudadanía, el certificado judicial y policial, así como un permiso de libre tránsito en zonas diplomáticas y militares de cualquier país, el cual le fue otorgado cuando fue representante de la Cámara en Colombia, añade.
El empresario recuerda que tiene en el mercado una línea de jeans que no usa la imagen ni el nombre de Escobar. Sin embargo, se comercializará una nueva colección de pantalones, que traerán una leyenda en los bolsillos en las próximas semanas.
Las playeras tienen un precio que va de los 65 a los 95 dólares. La marca se dio a inversionistas para que la comercialicen en México.
Desde el anuncio de la apertura de boutiques en Culiacán, Guadalajara y Monterrey, se creó una euforia entre los mexicanos. Y ahora, a través de las redes sociales piden comercializar las prendas también en el DF y Sonora.
“La idea es expandirnos en todo México, para llevar el mensaje de paz a los jóvenes, para que no entren al narco y mucho menos sean sicarios”, advierte.
Escobar Heano rechaza que un plan de negocios específico para México, donde se libra una encarnizada lucha contra el narco, ya que también se han abierto tiendas en Los Ángeles, NY y en Austria. Además, se incursionará en los próximos meses en España, Australia, Medio Oriente, India y Sudáfrica.
Además que no se trata de ensalzar la figura del narcotraficante creando marcas para
Martín Valverde, el santo venerado por el narco, o de Joaquín “El Chapo” Guzmán; ni tampoco hacer una apología del narco.
“No es nuestra idea. Lo único que nos interesa es vender la vida de Pablo Escobar. No queremos usar otros nombres e historias”.
“Me da mucha tristeza lo que está sufriendo México en este momento, porque se vive y sufre la historia de Colombia de los 80 y 90. No es una responsabilidad de México, sino de la sociedad que está obligada a resolver los problemas de salud pública”.
Asegura que hay que buscar alternativas para combatir este mal. “El camino de la violencia o de la guerra conduce a la autodestrucción de la democracia de América Latina. Hay que buscar y encontrar alternativas para resolver los problemas generados por el tráfico de drogas, el cual no es un problema exclusivo de México, sino son derivados por políticas de la comunidad internacional que permiten la corrupción”, concluye. (24 HORAS)