Perfil del misterioso asesino de Colorado que se creyó ‘El Guasón’

James Holmes durante su primera comparecencia ante un juez de la corte del condado de
Retraído, solitario y, sobre todo, brillante. Poco a poco se revela la personalidad de James Holmes. «¿Vendrías a visitarme a la cárcel?», era la pregunta que encontraban los usuarios del sitio web para encuentros sexuales Adult Friend Finder al toparse con el perfil de James Eagan Holmes: un tipo de 24 años, ojos claros, cabello teñido de color naranja y residente en Aurora, Colorado (Estados Unidos). ¿Su interés? Conversar antes que tener sexo. O al menos eso le dijo al portal de noticias sobre famosos TMZ una mujer que lo contactó.
Eran los primeros días de junio de este año y Holmes, en medio de la soledad que lo caracterizaba, enterraba poco a poco al estudiante inteligente que muchos de sus compañeros recuerdan, un joven brillante que preparaba un doctorado en neurociencias en la Universidad de Colorado gracias a una beca de 26.000 dólares.

En la mente del muchacho al que sus maestros de la Universidad de California (UCLA, donde estudió previamente) han descrito como «lo mejor de lo mejor», ya tomaba forma el villano que habría de perpetrar la peor matanza en suelo estadounidense en cinco años; una escena de horror que dejó 12 muertos y 58 heridos en un cine que presentaba una función de medianoche de la más reciente película de Batman, el pasado 20 de julio.

El lunes, el mundo vio a ese mismo Holmes comparecer ante un estrado judicial en Colorado. El villano ahora lucía desubicado, ido. Incluso, estuvo a punto de dormirse durante la audiencia. Parecía ajeno a lo que sucedía, como si el hombre de traje naranja fuera de nuevo el retraído, tímido y gris James Holmes y no la versión macabra del Guasón que él mismo creó y alimentó en medio de su aislamiento.

El padre de Holmes es un matemático y su madre, una enfermera. El joven creció en una comunidad de casas campestres en San Diego, en donde a menudo se sumaba a sus compañeros de colegio para jugar cartas o videojuegos. Pero cuando pasó a la universidad, se tornó tímido y algo extraño, aunque siempre se las arregló para mantener un excelente expediente académico. Una fuente de la UCLA le dijo a The New York Times que nunca dudó de que el joven «estaba destinado a cosas grandes». (Vea acá imágenes de la premier de ‘The Dark Knight Rises’ en México)

Pero las cosas cambiaron para Holmes al ingresar al doctorado de Neurociencia de Colorado. Sus notas cayeron y sus maestros le advirtieron que podría no pasar el corte. Tras reprobar un examen oral, Holmes abandonó los estudios y se aisló por completo en su apartamento de estudiante. Durante esos días compró, sin levantar sospecha alguna, tres mil balas para sus pistolas Glock, otras tres mil para su rifle de asalto Smith and Wesson AR-15 y 350 cartuchos para su escopeta Remington 870 calibre 12.

¿Psicótico o impostor?
Este lunes, Holmes se enfrenta a la acusación formal por la matanza. Aún no se sabe si pedirán para él la pena de muerte, pues la Fiscalía ha anunciado su intención de respetar los deseos de los familiares de las víctimas, quienes quieren un desenlace rápido, no un juicio que se alargue años.

En la enfermería de la cárcel del Condado de Arapahoe, donde está detenido, se mueve entre la agresividad y el estupor. A veces escupe a sus guardias y a veces se comporta como si no supiera dónde está. Cuando lo arrestaron, se puso bolsas de evidencia en sus manos para usarlas como títeres. Se sabe que ha preguntado por qué está detenido e incluso que interrogó a uno de sus guardianes sobre el final de la cinta que escogió para perpetrar la matanza. Un testigo de la escena declaró: «Fue morboso… Yo creo que está esforzándose en actuar como un loco».
Esta tesis es la que maneja también Marissa Randazzo, experta en asesinos en masa, que planteó la posibilidad de que estas demostraciones reflejen un estado de psicosis… o una simple pantomima. «Recordemos que estudiaba Neurociencia, es decir, exactamente el tipo de aspectos del cerebro del que vamos a hablar en este caso», declaró. (Vea acá: Protagonista de Batman visitó a víctimas de la masacre de Aurora)

Para otros analistas, como el profesor de la Universidad Javeriana Miguel Mendoza, autor del libro Asesinos en serie, Holmes es, sin duda, «un sociópata incapaz de reinventarse creativamente», como sí lo hicieron otros jóvenes inteligentes que sufrieron burlas y soledad, y pone como ejemplo de eso a Mark Zuckerberg, creador de Facebook. «La imagen de Holmes en el juzgado es la de quien no entiende su propia maldad. Se ocultó tras varias máscaras para tratar de encajar: la del estudiante, la del joven inteligente y finalmente la del Guasón, el villano que creía que a través del asesinato se iba a redimir», dice Mendoza.

No existía en Internet
Por ahora, nadie se atreve a aventurar una explicación para las acciones de Holmes, quien en su única aparición ante la Corte no musitó palabra alguna. Tampoco hay pistas sobre lo que pensaba antes del tiroteo, porque virtualmente no existía en Internet. No tenía página de Facebook ni cuenta de Twitter y sus únicas interacciones en el ciberespacio eran con las mujeres a las que contactaba en los sitios de citas online.

Allí -según narra The New York Post- se describía como alguien que «definitivamente quiere tener hijos», «bebedor social, pero no fumador» y que llamaba la atención por sus «ojos penetrantes».
Holmes también rompió el patrón de otros casos similares, como la masacre de Columbine: el asesino no se suicidó ni fue abatido. Al haber sido capturado con vida, lo que diga durante su juicio de seguro alimentará más el debate sobre su conducta.

En ese aspecto, esta semana hubo una prometedora revelación: el asesino habría plasmado sus intenciones homicidas en un cuaderno, que envió a un psiquiatra de la Universidad de Colorado, quien no lo recibió hasta que fue demasiado tarde. En ese cuaderno, se cree, podría haber claves para descifrar la pregunta que nadie ha podido despejar aún: ¿por qué?

Holmes iba al psiquiatra
El criminal le envió un cuaderno a su terapeuta
James Holmes era paciente de una psiquiatra a la que le habría enviado por correo un paquete antes de cometer su atrocidad, según informó el viernes el canal de noticias Fox News. En el interior del paquete, que según Fox fue hallado por la policía el lunes en la Universidad de Colorado, donde Holmes estudió hasta hace un mes, se encontró un cuaderno que contendría detalles de cómo el asesino pensaba llevar a cabo la masacre, además de dibujos e ilustraciones. Los abogados de Holmes ya han protestado porque, según ellos, los derechos constitucionales de su cliente fueron violados por la revelación de la existencia del cuaderno y anunciaron que intentarán impedir que este sea utilizado en el juicio, ya que sería una prueba protegida por el principio de confidencialidad entre médico y paciente. Sin embargo, expertos legales y médicos han dicho que la psiquiatra podría estar éticamente obligada a cooperar.

Por: RAFAEL QUINTERO CERóN | 6:53 p.m. | 28 de Julio del 2012
Jefe de Redacción de EL TIEMPO.COM

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