Imagen más reciente de Daniel Barrera Barrera, alias ‘El Loco Barrera’. / Presidencia
Nacido en Bogotá en noviembre de 1968, es decir, con apenas 44 años de edad, Daniel Barrera Barrera, alias ‘El Loco’, el heredero y promotor de la maquinaria de guerra de los Llanos Orientales desde hace 20 años, llegó muy joven al departamento del Guaviare, donde pronto se vinculó al negocio del narcotráfico. Su primer actividad conocida fue el contrabando de químicos para preparar la cocaína y el transporte de estos insumos para las lanchas y aviones del narcotráfico.
Se inició como el cocinero en los laboratorios en las selvas del Guaviare y después de la muerte de su hermano Ómar, se transformó en un sanguinario personaje con un extenso prontuario criminal que, no obstante, apenas pudo afianzarse por las autoridades judiciales muy recientemente. De hecho, muy a pesar de estar en el radar de agencias antidrogas norteamericanas desde por lo menos mediados de la década pasada, en Colombia no tenía una sola orden de captura hasta hace un par de años.
En su momento investigadores de la Policía y del CTI de la Fiscalía establecieron que sus huellas digitales habían sido alteradas en la base de datos de la Registraduría y eso dificultó que pudiera identificársele más rápido en los distintos procesos judiciales que tenía en marcha. Tanto así que las autoridades sólo pudieron acceder a una fotografía de Barrera después de arduos trabajos de inteligencia e infiltración.
Su apodo de ‘El Loco’ corresponde a un mote labrado por un mafioso sin escrúpulos. A través del negocio de la cocaína, al tiempo que trababa nexos con guerrilla y paramilitares, también labró un camino de enemigos que desató no pocas guerras en los Llanos.
Empezó a moverse como pez en el agua entre los frentes de las Farc implicados en el narcotráfico en Guaviare y el sur de Colombia. Con los jefes guerrilleros ‘El Negro Acacio’ y ‘John 40’ tuvo negocios de vieja data, así como con jefes paramilitares como Miguel Arroyave, Ramiro ‘Cuco’ Vanoy o Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’. Negociando coca fue capaz de unir guerrillas y autodefensas.
Se sabe que en 1990 logró ser detenido y que se fugó de la cárcel de San José del Guaviare, refugiándose en la región de Puerto Gaitán (Meta). En esa zona, sin el acoso de la guerrilla ni de los grupos paramilitares, entró en contacto con otro coloso de la muerte en la región de los Llanos Orientales: Pedro Oliverio Guerrero Castillo, más conocido como ‘Cuchillo’.
A la sombra de otros capos que fueron capturados o abatidos en combate por la autoridades o asesinados por la misma mafia, Barrera fue creciendo exponencialmente en el negocio de la droga. Tras la muerte de ‘Cuchillo’, la entrega de los ‘Comba’ y la detención de históricos paramilitares como Héctor Buitrago y su hijo, alias ‘Martín Llanos’, el poder criminal de Barrera se consolidó y desde entonces se volvió una obsesión para la justicia.
Acosado por las autoridades, desde hace un año inició contactos, a través de emisarios, con agentes norteamericanos. Incluso llegó a decirse en un momento que estaba ad portas de entregarse, pero, de nuevo en Venezuela, como pasó con el narcotraficante Maximiliano Bonilla, alias ‘Valenciano’, cayó luego de un operativo que estuvo coordinado desde Washington por el comandante de la Policía, general José Roberto León Riaño.
Muchas verdades sobre la violencia de Colombia reposan en los secretos de este capo. ¿Las contará a la justicia?
Así cayó ‘El Loco Barrera’
Por: Elespectador.com
El operativo fue coordinado por la Policía Nacional desde Washington con la ayuda de los
Este martes en alocución el presidente Juan Manuel Santos se dirigió al país para informar que Daniel Barrera Barrera, alias ‘El Loco Barrera’ fue capturado en Venezuela en un operativo realizado por la Policía Nacional y coordinado desde Washington con la ayuda del gobierno venezolano y británico.
Se trata del último de los grandes capos del narcotráfico como lo llamó el mismo presidente Santos. Alias ‘El Loco Barrera’ tenía su centro de operaciones en los Llanos Orientales y era el capo más buscado de los últimos tiempos.
Tenía alianzas con el paramilitarismo, grupos guerrilleros, bandas criminales y otras organizaciones dedicadas al narcotráfico y la delincuencia común en Colombia y el mundo. Era el jefe de alias ‘Cuchillo’, quien reemplazo a Miguel Arroyave.
La operación que finalizó con la captura de este delincuente fue dirigida desde Washington por el general José Roberto León Riaño, director de la Policía Nacional, quien explicó cómo fue la captura y el coronel Vargas, director de la División de Inteligencia de la Policía (Dipol).
Las autoridades llevaban varios meses haciendo trabajo de inteligencia y seguimiento a los movimientos de ‘El Loco Barrera’, quien al momento de su captura confesó su identidad, luego de ser sorprendido cuando realizaba una llamada telefónica en una cabina pública.
‘El Loco’ Barrera estaba buscando cómo entregarse
El narcotraficante había intentado dar con contactos de la justicia estadounidense.
Daniel ‘El Loco’ Barrera se encontraba en el vecino país desde hacía meses. Había huido a ese destino con la convicción de que desde allí podría seguir manejando sus negocios ilegales pero fueron precisamente sus allegados, esos con quienes trabajaba, las personas que lo entregaron a las autoridades.
Al capturarlo, dijo el presidente Santos, los organismos de seguridad contaban con una fotografía suya pero él mismo fue quien confirmó su identidad. Se espera que en las próximas horas los exámenes de huella dactilar así lo confirmen.
El Espectador conoció que Barrera estaba buscando contactos con la justicia estadounidense para entregarse. Se sabe también que conversaba frecuentemente con algunos jefes guerrilleros.
Barrera fue arrestado no sólo porque lo delataron. Agentes de seguridad infiltraron su círculo cercano y ello también permitió su captura. El general José Roberto León Riaño, director de la Policía, informó que se pagará recompensa por esta detención.