La serie de televisión “Pablo Escobar, el patrón del mal” paraliza actualmente a Colombia en el horario de mayor teleaudiencia. Los ratings han llegado a niveles nunca antes pensados, superando fenómenos como “Betty la fea” y “Café con aroma de mujer“.
Su estreno en Estados Unidos, el próximo 9 de julio por Telemundo, genera recuerdos sobre las muchas víctimas de uno de los narcotraficantes más buscados y temidos de la historia, pero al mismo tiempo crea grandes expectativas: ¿cómo le irá a la serie en un mercado hispano tan diverso como el estadounidense?
La serie, de 63 capítulos, está protagonizada por el actor colombiano Andrés Parra. Su producción ha significado una inversión millonaria con un costo de 170,000 dólares por capítulo y rodada en unas 450 locaciones entre Medellín, Bogotá y Miami.
“Pablo Escobar, el patrón del mal” ha logrado, de acuerdo con un análisis de la revista Dinero en su edición colombiana, un incremento de 79 por ciento en el número de televisores encendidos durante el horario de emisión de a partir de las nueve de la noche. Telemundo le compró los derechos de transmisión a Caracol TV y el estreno este 9 de julio a las 10 de la noche, tiempo del Este, será una de las grandes apuestas de la segunda cadena más importante de habla hispana en Estados Unidos.
Pero más allá de los indices de sintonía, la historia de quien hizo a Colombia tristemente célebre en la mira internacional, abrió las heridas de muchas de las víctimas del capo, heridas que parecían cicatrizadas pero que en el menor descuido vuelven a estar a flor de piel.
Así, muchos televidentes opinaron que traer a la pantalla la vida de quien rompió todos los patrones de delicuencia al desarrollar inescrupulosas vías para exportar toneladas de cocaína a Estados Unidos, aviva un dolor sólo aplacado por la resignación de que ese episodio de la historia colombiana ya no se puede cambiar.
“Los medios colombianos siguen empeñados en hacer dinero a costa de engrandecer a los mafiosos y fomentar la cultura del dinero”, escribía un colombiano opuesto a la producción en su crítica. “¿Por qué se sigue vendiendo esa imagen de Colombia? ¿Qué sentido tiene revivir esos oscuros y sangrientos años de la historia nacional?”, preguntaba otro.
Pero más alla de las controversias que genera en su propio país y del enganche que podría tener en la audiencia hispana de Estados Unidos, “Pablo Escobar, el patron del mal” es un ambicioso proyecto, realizado profesionalmente y luego de una exhaustiva investigación detrás del fenómeno del narcotráfico.
La serie fue creada por Juana Uribe y Camilo Cano, ambos familiares de dos de las víctimas más conocidas de Escobar: Luis Carlos Galán, el candidato presidencial, y el periodista Guillermo Cano, asesinados en 1989 y 1986 , respectivamente.
La serie está basada en el libro “La parábola de Pablo”, de Alonso Salazar, alcalde de Medellín entre 2008 y 2011, y quien estudió la compleja personalidad del narcotraficante, adentrándose en el impacto social que éste dejó en la sociedad colombiana.
Atenta a las controversias, Uribe defendió su historia de quienes la critican: “lo grave no es que contemos esta historia, lo grave es que haya sucedido y tengamos el peligro de que vuelva a pasar”, dijo a la agencia AFP.
“Pablo Escobar, el patrón del mal” más que documentar la vida de un hombre que apenas se conducía con matices, y que amaba y odiaba en igual proporción, recoge también la historia de las víctimas, que en manos de Uribe, Cano y el libretista Juan Camilo Ferrand, terminan siendo los verdaderos héroes del conflicto.
Queda esperar el 9 de julio y dejemos que corra la historia con quienes la criticarán y los que entenderán que hablando y exponiendo se puede entender mejor hasta a un delincuente, aunque nunca se encuentren palabras para justificar sus hechos.
Fuente: voces.huffingtonpost