Pablo Escobar, en la mirada de un argentino

Publicado el 25/08/2014 – Por Emilio Marcwelo Jozami
sebas_marroquinSebastian Marroquin (izq.), hijo de Pablo Escobar y radicado actualmente en Buenos Aires, con el cineasta argentino Nicolás Entel.
En septiembre, en Toronto, estrenan una nueva película sobre Pablo Escobar. Este filme francés se suma a otros que llevan el sello de Hollywood, pero todas ellos carecen del testimonio vivo de la esposa e hijos del llamado “Patrón del Mal” que sí lo tiene Los pecados de mi padre.

Pecados de mi padre es un documental sobre el narcotraficante Pablo Escobar, en el cual colaboró su hijo Juan Pablo Escobar hoy Sebastián Marroquín, nombre que adoptó tras radicarse en Buenos Aires, en 1995, junto a su hermana Manuela y su madre María Victoria Henao Vallejos. Y su director fue el argentino Nicolás Entel.
Entel, actualmente radicado en Estados Unidos, concedió una entrevista exclusiva a EL LIBERAL.
¿Cómo convenciste a Marroquín para hacer el documental?
Logré convencerlo con paciencia, demostrándole que mi proyecto era más serio que otros proyectos que se habían hecho sobre el tema, demostrándole también que mi intención no era demonizar ni tampoco explotar la figura de Pablo Escobar. Quizás tuve un poco de suerte y quizás lo contacté cuando Sebastián finalmente estaba listo para hacer algo así.
¿Cómo fue construir un filme cuya historia se centra en la vida de Pablo Escobar desde la mirada de su hijo?
En realidad, hacer una película desde el punto de vista del hijo de Pablo Escobar fue el objetivo principal al momento en que un colega colombiano me propuso hacer una película sobre Escobar. El motivo de darle esta mirada era porque quería hacer una película contemporánea, que tenga que ver con mi generación y que transcurra en el presente. No quería hacer el típico documental de voz en off. Entonces, decidí estructurar la historia en dos arcos narrativos: uno que transcurra en el presente, con la historia del hijo de Escobar, y el otro situado en el pasado con la historia propia de Escobar y que se consolida en uno solo en el momento en que Sebastián regresa a Colombia a encontrarse con las víctimas más prominentes de su padre: Juan Manuel, Carlos y Claudio Galán -hijos de Carlos Galán-, Rodrigo Lara Restrepo -hijo de Rodrigo Lara.
¿Qué sensaciones te generó ese encuentro?
Fue mi mayor logro profesional. Una mañana, los hijos de Galán me llamaron porque querían cancelar el encuentro pero, por suerte, luego cambiaron de idea. Fue una jornada inolvidable.
¿Cuánto de liberador tuvo para Marroquín hacer “Pecados de mi padre?
Fue muy liberador para Marroquín. Es una película que le cambió la vida a Sebastián. Él, básicamente, había vivido una vida en tres actos: el primero, como hijo de Pablo Escobar; el segundo, como Sebastián Marroquín, tratando de que el mundo no supiese que es el hijo de Pablo Escobar; y el tercer acto es donde está reconciliando esos dos capítulos y viviendo como Sebastián Marroquín, una persona alejada de la historia de su padre pero sin necesidad de negar que él es el hijo de Pablo Escobar.
¿Cuánto de esclarecedor tiene el filme acerca de un hombre que marcó a sangre y fuego a Colombia?
“Pecados de mi padre es el mejor documental jamás hecho sobre Pablo Escobar. Creo que los demás documentales son predecibles, obvios. Hay uno, que es un disparate, donde se pregunta si Pablo Escobar era bueno o malo y hay otro que dice que Escobar fue el dueño de Nacional de Medellín. Otros, repiten la versión oficial y edulcorada de la historia.
¿Qué inspiró, en Colombia, tu película?
Fueron cosas muy fuerte. Ahora, hay otros hijos de víctimas que se han atrevido a romper el silencio. Incluso hay una ONG que se llama Reconciliación Colombia que fue fundada por el ejemplo de “Pecados de mi padre.
¿Qué tiene Pablo Escobar que todos quieren reflejar su vida en el cine y TV?
Lo que tiene Pablo Escobar, a diferencia de otros criminales, es que él murió en su propia ley. Quizás para mal, al momento en que a Pablo Escobar lo matan a los tiros en ese tejado de Medellín, esa muerte lo romantiza.
¿El pedido de perdón de Sebastián Marroquín a los hijos de las víctimas de su padre es un simbolismo o un hecho que hoy, en Colombia, todos ponen en práctica?
El mensaje de Pecados es que es posible romper con el círculo de violencia que caracteriza a Colombia. En alguna forma, nos estamos adelantando algunos años a algunas cosas que están comenzando a suceder ahora en Colombia.
Pecados de mi padre tuvo un éxito sorprendente en la Argentina, pero no en Colombia. ¿A qué se debió esto si tenemos en cuenta que, por ejemplo, la narco novela Escobar: Patrón del mal barrió con la taquilla?
En Colombia pasó algo muy raro. Un par de semana antes del estreno nos recibieron muy bien pero, luego, la prensa nos bombardeó por todos lados. Yo creo que hubo un complot por parte de sectores muy poderoso de Colombia porque los asustó el hecho de que el hijo de Pablo Escobar iba a romper su silencio. Tenían miedo de que Sebastián diga cosas que los involucre. Es mucho más fácil echar la culpa de todos los problemas de Colombia a Pablo Escobar que admitir que Pablo Escobar solamente fue posible porque contó con la complicidad, al menos en un primer momento, de jueces, de políticos, militares, policías, periodistas o de empresarios que les vendían sus propiedades a los narcos a precios inflados o invertían en sus cargamentos de cocaína, etc.
En el proceso de filmación, ¿todo fue un lecho de rosas o te enfrentaste a obstáculos como amenazas o sugerencias?
Tuve muchos obstáculos para terminar la película. El mayor de todos fue convencer a Sebastián Marroquín a que regrese a Colombia. Sebastián tenía mucho miedo. Cuando Sebastián se fue de Colombia, los mismos que mataron a su padre le dijeron que no regrese nunca a Colombia. También tenía miedo de que la Justicia lo arreste por portación de apellido. Entonces, para que Sebastián se atreva a regresar a Colombia le pedía a la Justicia colombiana un certificado de habeas data para poder averiguar si Sebastián tenía alguna cuenta pendiente con la Justicia colombiana. Me fui a Estados Unidos para reunirme con el entonces vicepresidente de Colombia, Francisco Santos para estar seguro de que Sebastián no corría peligro. Aparte, Francisco Santos había sido secuestrado por Pablo Escobar. Es el protagonista de Noticias de un secuestro, de Gabriel García Márquez. También me reuní con la gente del bajo mundo de Medellín para estar seguro de que no estaba en riesgo la integridad física de Sebastián.
Teniendo en cuenta la plena vigencia de quien fuera líder del cartel de Medellín, ¿pensaste en reestrenar Pecados de mi padre?
Sí, me encantaría. La película sigue disponible en Discovery Channel. En América latina, todavía se la puede ver en Discovery Channel.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
No lo sé todavía. Tuve un poquito de mala suerte después de Pecados de mi padre. La verdad, muchas cosas no salieron. Ahora, no quiero quemarlas para no tener mala suerte. l

Originalmente publicado enagosto 25, 2014 @ 7:36 pm

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