María Rodríguez – Noviembre 6, 2018
A pesar de que se creó una  Comisión de la Verdad que publicó un informe final de más de 300 páginas, después de tantos años existen muchos vacíos en esta historia.

Cuerpos calcinados, civiles desaparecidos, irregularidades en los procesos de investigación e incertidumbre para las víctimas: esta es la herencia que nos deja la toma del Palacio de Justicia. Cerca al mediodía del 6 de noviembre de 1985, el M-19, la única guerrilla urbana del país, entró caminando al Palacio. Las 28 horas siguientes fueron un campo de guerra entre la guerrilla y el gobierno. 94 personas fallecieron y solo 68 cadáveres fueron reconocidos.