GRISELDA BLANCO: HASTA NUNCA Y GRACIAS POR LA COCA

Griselda Blanco (más conocida como la Madrina, la Viuda Negra, la Vaquera de la Cocaína o la Reina de la Coca) fue asesinada en la puerta de una carnicería en Medellín, Colombia, a las 3 de la tarde del lunes, cuando dos hombres en motocicleta le pegaron dos tiros en la cabeza con un revólver. Es harto probable que esto haya sido consecuencia de las muchas personas a las que asesinó despiadadamente en los 70 y 80. Griselda, además de traficar toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos y acumular con ello una fortuna que haría que los millonarios del “punto com” se sonrojaran, es la supuesta responsable de ordenar 200 asesinatos en Colombia, Florida, Nueva York y California.

 

Lista de víctimas de la organización de Griselda Blanco de la policía del condado de Miami-Dade.

Durante décadas, las fuerzas policiales y los medios han señalado a Blanco como la primera en utilizar la técnica de asesinos motorizados sobre dos ruedas en Colombia e importarla al sur de Florida, donde se usaba a diestro y siniestro. La policía dice que fue la gran responsable de convertir Miami en la capital del asesinato de los EEUU en los años 80.

Sus siniestras hazañas quedaron inmortalizadas en dos documentales: Cocaine Cowboys(2006) and Cocaine Cowboys II: Hustling with the Godmother (2008).  (Se pueden adquirir haciendo clic en los links).

Nacida entre la pobreza de las montañas de Medellín —igual que su amigo de la infancia Pablo Escobar— creció durante La Violencia, la cruda guerra civil colombiana, y no tardó mucho en involucrarse en el negocio de los homicidios. Dice la leyenda que a los 11 años secuestró a un niño y pidió un rescate. Cuando los adinerados padres del niño se negaron a pagar, lo mató.

Más tarde, años de prostitución y falsificaciones precedieron a una serie de, digamos, matrimonios fallidos. El apodo Viuda Negra se lo ganó por el asesinato (o el pago por el asesinato) de varios esposos. Su relación con estos hombres, su notorio temperamento y su temprana relación con Escobar fue lo que le dio ciertas ventajas en un mundo dominado por hombres.


Miami News, 21 de Junio, 1972


Miami News, 30 de Junio, 1973

Blanco utilizó su intuición femenina en su beneficio. Abrió una fábrica de ropa interior para mujer en Colombia y fabricó prendas con compartimentos secretos para que las mulas pudieran pasar la coca a Estados Unidos como pasajeras en vuelos comerciales.


Miami News, 4 de Junio, 1976

En los años setenta ya se había instalado en Queens, Nueva York, como una importante contrabandista. Supuestamente, fue ella quien urdió un plan en 1976 para transportar al menos seis kilos de coca a Miami en el buque Gloria, enviado por el gobierno de Colombia para conmemorar el bicentenario de Estados Unidos en una carrera hacia el puerto de Nueva York. Una metáfora de la invasión de coca colombiana que azotaría a Estados Unidos en la década siguiente..

En 1975, Blanco estuvo entre los demandados durante el primer gran caso federal por tráfico de drogas (en el distrito sur de Nueva York). Poco tiempo después, ya como fugitiva, huyó a Miami, donde su negocio prosperó de tal manera que se hizo multimillonaria. Para amasar su fortuna, mató a MUCHAS personas. Los medios comparan a Florida con Dodge City y con Chicago durante la prohibición. Blanco estaba detrás de asesinatos cometidos a plena luz del día en centros comerciales, y también fue responsable de un ataque a un capo de la droga rival con una bayoneta mientras bajaba de su avión en el aeropuerto de Miami.

Durante todo este tiempo, el 25% de los cuerpos que llegaban a la morgue tenían heridas de armas automáticas, y había tantos cadáveres que el médico forense se vio obligado a alquilar una camioneta refrigerada de un Burger King local para almacenar el exceso de cuerpos.

Después de las sangrientas Guerras de la Coca en Miami, Blanco huyó a California, donde finalmente fue arrestada por el agente de la DEA Bob Palumbo, quien llevaba diez años detrás de ella.

Jorge ‘Rivi’ Ayala

Cumplió su sentencia por tráfico de drogas en una prisión en Dublin, California, mientras el sargento de Miami-Dade, Al Singleton y su equipo de intocables, CENTAC 26, se apresuraba para presentar un caso por asesinato contra ella. Encontraron su caso en Jorge Rivi Ayala, un apuesto agente colombiano criado en Estados Unidos y en su momento el asesino favorito de Griselda. Como dijera Singleton, “Griselda era nuestra John Gotti. y Rivi nuestro Sammy ‘El Toro‘ Gravano”.

Mientras tanto, Blanco, supuestamente, tramaba su fuga con la ayuda de unos matones que deberían secuestrar a JFK Jr. en Manhattan y exigir a cambio la libertad de aquella.

En 1994, antes de poder poner en acción su plan maestro, Singleton visitó a Blanco en la prisión de Dublin acompañado de un pequeño convoy. Ella debió asumir que estaban con la INS (Servicio de Inmigración y Naturalización) porque no fue hasta que estuvo en el coche cuando preguntó a dónde se dirigían. Los agentes le dijeron que la estaban extraditando al condado de Miami-Dade, donde sería acusada de tres asesinatos en primer grado. Cada sentencia podía conducir a la pena de muerte. Vomitó en el coche.

Por suerte para ella, su querido amigo y aliado, el mismo hombre que había presentado el caso de asesinato en su contra, lo desmontó. Demasiado elegante como para que no se le resistiesen ni las secretarias del Fiscal General del Estado de Miami, Rivi (quien actualmente cumple tres cadenas perpetuas en una prisión de Florida) estuvo implicado en un escándalo de “sexo telefónico” que humilló tanto a la fiscal Katherine Fernandez Rundle que esta prefirió pactar con la Madrina y evitar pasar más vergüenza.

En 1998, Blanco se declaró culpable de tres asesinatos en segundo grado y cumplió una condena de 20 años. Mientras estaba en prisión, dos de sus cuatro hijos fueron asesinados en Colombia. En 2004 era libre de nuevo.

Blanco salió de prisión en Florida y fue deportada a Colombia, donde vivió cómoda y tranquilamente en un vecindario de Medellín que algunos describen como el «Bel Air colombiano», una comunidad cerrada y exclusiva con sus propios guardias armados.

A pesar de recibir dos tiros en la cabeza hace unos días, Blanco fue, en muchos sentidos, una superviviente. Sobrevivió a las Guerras de la Coca, esquivó a las autoridades estadounidenses durante años, cumplió su condena, sobrevivió a Pablo Escobar, a los cárteles y, al final, murió siendo libre. O tan libre como una mujer como Griselda Blanco podía ser.

La sobreviven sus hijos Dixon Trujillo, supuestamente residente en Colombia, y Michael Corleone Sepúlveda, que vivía en Miami hasta las recientes acusaciones en su contra por tráfico de coca. También la sobreviven cientos (quizá miles) de familiares y seres queridos de sus víctimas; uno de ellos aún mantenía vivo ese rencor que culminó en la puerta de una carnicería de Medellín.

Billy Corben es el coproductor y director de Cocaine CowboysThe Uy próximamente  Brokefor ESPN 30 for 30 Vol. II, aentre otras películas. También dirige The Billy Pulpit.