No es de extrañar que el personaje de Escobar en la serie de Netflix Narcos diga que quiere mantener un perfil bajo y evitar llamar la atención. “Si sigues gastando de esa manera, vas a terminar en Forbes”, le dice su lugarteniente al comienzo de su ascenso al poder.
Y terminó en Forbes, y reapareció durante siete años consecutivos. Escobar fue uno de los dos multimillonarios colombianos en la lista de 1987; el otro era Jorge Luis Ochoa Vásquez, quien, junto con sus hermanos, tenía una participación de 30% en el cartel.
Esto es lo que escribió David Henry sobre el imperio de la cocaína de Escobar:
“Aparentemente Escobar alcanzó la cima del cartel de la cocaína al reinvertir astutamente sus ganancias iniciales y convertirse en un maestro de las relaciones públicas en Colombia. La primera vez que atrajo la atención de la policía antinarcóticos fue en 1975, cuando trabajaba como contrabandista y guardaespaldas. Durante los dos años siguientes, ahorro dinero suficiente para iniciar su propia empresa de tráfico de cocaína. En 1978, él movía cerca de 35 kilos de cocaína al mes fuera de Medellín, en Colombia. Un hombre fornido de 1.71 metros de altura que gustaba de usar camisas de rugby, pantalones de tela de algodón y tenis, Escobar es un excelente ejemplo de un paisa colombiano, un estafador rural agresivo y nada sentimental.
“Con su creciente riqueza, Escobar compró un periódico en Medellín, ganó influencia en la política colombiana y se postuló con éxito a un cargo público, convirtiéndose en una alternativa para el congreso nacional. Él construyó una reputación como un Robin Hood al construir viviendas para los pobres, así como 70 campos de futbol y abrir un zoológico al público. Un miembro de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) dijo una vez que la importación de animales exóticos para el zoológico parecía haber generado a Escobar más problemas frente al gobierno que su negocio de la droga.
“Actualmente, Escobar es buscado en Estados Unidos por cargos federales por la comercialización de cocaína, lavado de dinero y asesinato por encargo. Escobar negó todos los cargos a través de un abogado, pero admite haber hecho una propuesta de amnistía a favor de los miembros del cártel en 1984, cuando el cártel insolentemente se ofreció a pagar la deuda nacional de Colombia y retirarse a cambio de inmunidad. Los fiscales no están seguros de su ubicación y no se muestran optimistas de que será arrestado y extraditado. Las autoridades creen que él está en el negocio como siempre, pero dicen que los márgenes de ganancias se están disminuyendo con el aumento de la oferta y la evidencia de que la demanda está disminuyendo.
“Escobar tiene la mayor participación en el cártel, estimada en 40%, lo que indica un flujo de caja por un total de al menos 3,000 mdd en los últimos años. Los fiscales federales que le acusaron en Miami no saben dónde ha escondido su riqueza, pero no ven pruebas de que haya desperdiciado sus enormes ganancias, tampoco.”
Escobar se mantuvo en la lista de multimillonarios hasta 1993. Para entonces, ya era un fugitivo perseguido por los organismos gubernamentales. El precio de su cabeza era de 11 mdd, mientras que su patrimonio neto todavía se cernía sobre un 1,000 mdd.
En su última aparición en la lista, en julio de 1993, Forbes inquietantemente señaló:
“Sospechamos que, al igual que sus compañeros, los hermanos Ochoa (que ahora están en prisión), Escobar pronto abandonará esta lista y, quizá, esta tierra.”
Escobar murió cinco meses después.
Por el momento, éste es el efecto que ha tenido Narcos en el interés público sobre Escobar, según Google Trends: