Asesinato del abogado Guido Parra y a su hijo
Por El Tiempo / 17 de abril de 1993
Dos horas y media después de haber sido sacados de su vivienda por miembros del grupo Perseguidos por Pablo Escobar, Pepes , el abogado antioqueño Guido Parra Montoya y su hijo Guido Andrés Parra Sierra aparecieron asesinados en un sector despoblado de Envigado. También fue hallado el cadáver de Jairo Aristizábal Aristizábal, conductor y propietario del taxi Mazda 323 de placas TIQ-236.
Los cuerpos del abogado señalado como uno de los hombres más cercanos a Pablo Escobar y de su hijo, aparecieron cerca al club de La Diez, en la vía que del barrio Loreto conduce a la vía a Las Palmas.
Los crímenes son una retaliación de los Pepes , que horas antes habían anunciado en un comunicado la reactivación de los ataques contra Escobar, sus familiares y las personas de su organización, tras la explosión del carrobomba del jueves en Bogotá.
Sobre los cuerpos sin vida del profesional y de su hijo las autoridades encontraron un letrero que decía: a través de su profesión iniciaban secuestros para Pablo Escobar. Los Pepes. Qué te parece el trueque con las bombas de Bogotá, Pablo? El cadáver del taxista tenía un letrero colgado al pecho, en el que los Pepes lo acusan de ser un enlace del cartel de Medellín. Fue hallado a unas veinte cuadras de donde fueron dejados los otros dos cuerpos, cerca al sitio donde hace cerca de un mes los Pepes asesinaron a Luis Guillermo Londoño White.
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Los cuerpos de Parra y su hijo se encontraban maniatados con cinta plástica y estaban dentro de la cajuela del taxi con disparos en la cabeza.
El secuestro de Parra y de su hijo se produjo al mediodía de ayer en su apartamento del barrio Santa Teresita, en el octavo piso del edificio Buganville, en el occidente de Medellín.
Testigos del secuestro afirmaron que al edificio llegaron en tres carros unos quince hombres que portaban fusiles R-15 y subamentralladoras. Todos estaban de civil, por lo menos cinco entraron al edificio y los otros se quedaron vigilando la entrada. Minutos después salieron con un señor y un muchacho .
Rumbo a Venezuela Según un testigo, el profesional, de 53 años y su hijo, que este mes cumpliría 19, fueron sacados de su casa alzados en vilo. Las primeras investigaciones indican que Parra y su hijo fueron asesinados dentro de la cajuela del carro.
Familiares de Parra creyeron que el abogado había sido detenido por miembros del Bloque de Búsqueda, pues así se identificaron los hombres cuando llegaron a la casa.
Sin embargo, portavoces del Bloque de Búsqueda negaron reiteradamente que tuvieran en su poder a Parra y a su hijo o haber realizado alguna operación en ese sector de la ciudad.
Según sus familiares, Parra se encontraba totalmente desconectado de la organización de Escobar, a quien había asesorado antes de su primera entrega a la justicia.
Parra asumió en 1989, junto al ex ministro Joaquín Vallejo Arbeláez, un papel de mediador entre los miembros del cartel de Medellín y el Gobierno.
Además, actuó repetidas veces como intermediario entre el grupo de Los Notables y Escobar, para obtener las liberaciones de algunos secuestrados.
En octubre del mismo año, Parra y Vallejo jugaron un papel protagónico en el intento de Escobar de llegar a un acuerdo con el Gobierno, sobre la base de desmontar la industria del narcotráfico a cambio de un indulto. Parra tomó la vocería jurídica de los llamados Extraditables en ese proceso.
Tras el fracaso de la mediación, reapareció Santiago Londoño White e hicieron otro intento por obtener un acuerdo con el Gobierno, esta vez bajo la figura de la rendición.
El abogado fue detenido el 10 de mayo de 1990 por la IV Brigada, junto con el arquitecto Santiago Londoño White, y la concejal de Envigado Inés Mejía de Serna. Permaneció incomunicado por 16 días y recobró su libertad el 27 de mayo, por orden de un juez que no encontró méritos para su detención.
A partir de 1991, cuando al amparo del estado de sitio el Gobierno lanzó su política de sometimiento, Parra expidió varios comunicados proponiendo modificiaciones a los decretos del Gobierno, que luego terminaron con la entrega de Escobar y varios de sus lugartenientes.
Parra era oriundo de San Carlos (Antioquia), hijo de Jesús Parra París, fallecido, y de Emma Montoya. Su familia estaba compuesta por trece hermanos (seis mujeres y siete hombres).
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Estaba casado con Patricia Sierra y además de Guido Andrés, el matrimonio tenía otros dos pequeños hijos: Juan Gonzalo y Claudia.
Parra egresó de la facultad de Derecho Universidad Javeriana y se especializó en derecho administrativo. Fue gerente de Empresas Varias de Medellín y representante a la Cámara en 1970, por la lista anapista encabezada por Gilberto Zapata.
En 1974 fue reelegido para esa corporación, como suplente del ex senador Bernardo Guerra Serna.
Después de esto, Parra se fue hacia Venezuela en donde estableció su residencia permanente.
Informes de inteligencia en poder de la Policía señalan que Parra llegó al país hace cerca de tres meses, y se encontraba desde hace dos en el sur de Córdoba con una misión específica: encontrar un lugar en donde se construiría un refugio seguro para Pablo Escobar.
Parra fue activo militante liberal por el cual fue electo senador de la República y consejero del entonces presidente Carlos Lleras Restrepo. En Medellín ocupó la gerencia de las Empresas Varias.
Es el segundo abogado que asesina en Medellín la clandestina organización de los Pepes . El pasado 4 de marzo, el mismo grupo secuestró y asesinó al profesional Raúl Zapata Vergara, a quien le colgaron un cartel amenazando a otros miembros del pool de apoderados de Escobar y sus hombres, así como a funcionarios de la Procuraduría de Antioquia.
El 5 de abril, en cercanías de la Cárcel Nacional Modelo de Bogotá, hombres armados dieron muerte a los abogados Juan David Castaño González y a María Victoria Muñoz Roque, apoderados de hombres del Cartel de Medellín.
Otros golpes Pocas horas atrás, los Pepes habían atacado propiedades de personas cercanas a Escobar. Así, fueron destruidos el chalet Casa de Piedra y las cabañas 39, 40 y 41, de la parcelación Vegas de Poblanco.
A la entrada del chalet Casa de Piedra, localizado en el complejo campestre Cerros de Fizebad, del municipio de El Retiro, oriente antioqueño, fue dejado un cartel que dice: En defensa del pueblo colombiano. Los Pepes .
En los atentados, sucedidos entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer, participaron unos cuarenta hombres y los daños fueron avaluados por las autoridades en mil millones de pesos.
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La finca Casa de Piedra está registrada a nombre de Gloria Arroyave de Muñoz, familiar de Iván Geovanni Lopera Zabala, Pasarela o La modelo , miembro del cartel de Medellín que está recluido en la cárcel de máxima seguridad de Itagí desde el pasado 25 de febrero.
Los delincuentes llegaron al lugar a las 11:15 de la noche, en ocho vehículos tipo campero. Primero sometieron al celador que se encontraba a la entrada de la parcelación. Desde allí emprendieron un recorrido de aproximadamente cinco kilómetros hasta el lugar donde se encuentra la vivienda.
La finca, una edificación de dos plantas, zona húmeda, vista a la represa La Fe, y con grandes lujos, fue arrasada por la carga explosiva de aproximadamente 200 kilos, según oficiales del Ejército y la Policía.
Cuatro horas y media después, una caravana de 17 carros llegó hasta el puerto turístico de La Pintada, sur de Antioquia. Luego de cruzar el puente sobre el Río Cauca se dirigió a la parcelación Vegas de Poblanco, donde fueron dinamitadas e incendiadas las cabañas 39, 40 y 41.
Aunque figuraban a nombre de Patricia Díaz, tenían sellos del Bloque de Búsqueda por ser propiedad de Carlos Mario Alzate Urquijo, Arete , confinado en la cárcel de máxima seguridad de Itagí, con otros 19 hombres de confianza de Escobar que se sometieron a la justicia.
Comunicado de los Pepes Ponemos en conocimiento de toda la ciudadanía en general, que no obstante nuestro aporte y voluntad de contribuir al proceso de sometimiento a la justicia por parte de los criminales al servicio del más despreciable de todos los seres humanos, como es Pablo Escobar y ante los últimos atentados terroristas, llevados a cabo en la capital de la república, por parte de tan demencial sujeto, nos vemos obligados a tomar las siguientes determinaciones:
1. Que a partir de este momento y por consenso general de los integrantes de nuestra organización, hemos decidido reactivar nuestro aparato militar, motivado ello porque vemos que la actitud demencial y maquiavélica de Pablo Escobar continúa en su más alto nivel. Al tiempo que pedimos comprensión del pueblo colombiano, garantizándole que con nuestro accionar militar no caerá un solo ciudadano inocente.
2. Retar a Pablo Escobar y todos sus secuaces a librar una guerra frontal, que solo afecte a las partes comprometidas y que no recurra al vil asesinato de colombianos inermes, engañándose al pensar que con este tipo de acciones convence a sus últimos ilusos seguidores de que aún existe poder en su extinguida organización; de lo contrario nos obligará a combatirlo en una guerra frontal y despiadada contra él y los suyos. Perseguidos por Pablo Escobar (Pepes)
EL TIEMPO 17 de abril de 1993
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Originalmente publicado enjunio 25, 2020 @ 2:19 pm